Nací en Venezuela, pero mis raíces españolas, heredadas de mi familia paterna, despertaron en mí el impulso y la motivación para establecerme en España hace nueve años. Mi primer contacto con el yoga fue a los 14 años, influenciada por mi madre, quien sin saberlo sembró en mí una semilla que ha crecido y evolucionado a lo largo del tiempo. Desde entonces, el yoga ha sido una constante en mi vida, complementando mis aprendizajes en diversas disciplinas de danza, como ballet, flamenco, danza árabe y fusión tribal. Inicialmente, no me visualizaba como profesora de yoga; simplemente buscaba profundizar en mi práctica y conocimientos. Sin embargo, mi pasión por esta disciplina me llevó a realizar mi primera formación en Venezuela, obteniendo el profesorado en Yug Yoga Yoguismo. Años más tarde, al descubrir que este era mi verdadero camino, viajé a la India y me certifiqué internacionalmente en Ashtanga Vinyasa Yoga en la AYM (Association of Yoga and Meditation). A lo largo de mi trayectoria, he continuado ampliando mis conocimientos con especializaciones en Yin Yoga, Yoga Prenatal y Postnatal, entre otras. Cada experiencia y cada maestro, ya sea en el ámbito del yoga, la danza o la movilidad, han dejado una huella en mi forma de entender el cuerpo y la energía a través del movimiento. Hoy en día, mis clases reflejan ese recorrido: un método propio, basado en la experiencia, el conocimiento y la sensibilidad hacia el cuerpo y su energía. Sin embargo, sigo aprendiendo. Me considero una eterna estudiante, porque el yoga es un viaje de descubrimiento continuo en todos sus aspectos.